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El taxi en la era digital

El taxi en la era digital

Seguramente te preguntas qué es mejor, un taxi convencional o una empresa transportista tan popular en últimos años. En este artículo te presentamos una comparativa entre estos dos tipos de servicios de transporte.

El taxi, un servicio de toda la vida

El servicio de taxi conocemos todos y sabemos muy bien cómo se usa. Cuando nos haga falta llamamos al numero de taxi y pedimos que el conductor venga a recogernos. Esto ha funcionado siempre y muchas personas todavía cuentan con este modelo tradicional de servicio de taxi. No obstante, todos los negocios están pasando por el cambio tecnológico y ya se puede pedir taxi por internet.

La mayor ventaja de los taxis es sin duda la cobertura. Este tipo de transporte llega a todos los pueblos más pequeños en toda España mientras las empresas digitales solo cubren las ciudades más importantes. Los taxis convencionales suelen ser adaptados a las necesidades a las personas con discapacidades y en la silla de ruedas. Otra ventaja que tienen los taxis frente a las empresas de transporte puede ser la tarifa de precios que no cambia bajo la demanda.

El poder de las apps

Los smartphones han revolucionado el mundo digital gracias a la posibilidad de la descarga de las aplicaciones. Las empresas transportistas que ofrecen servicio parecido al de taxi han triunfado gracias a sus propias aplicaciones a través de las que se pide el transporte. El servicio de los taxis viendo la amenaza por parte de estas empresas también se ha introducido en el mundo de las aplicaciones para estar más cerca de su cliente digitalizado. Hay que tener en cuenta que las nuevas empresa que se han creado sólo en el entorno de las aplicaciones no pueden llegar a los pasajeros que no tienen mucho conocimiento tecnológico.

Las mayores diferencias

Es necesario destacar que las empresas transportistas que funcionan con la licencia de vehículos de turismo con conductor (VTC) tienen que realizar servicios pre-contratados. Es decir, no pueden captar a los clientes en la calle ni en las paradas autorizadas, sino se contrata a priori. Los conductores no pueden establecer varios servicios seguidos, se les obliga a volver a su base tras cada cliente. Otro aspecto que diferencia este tipo de transporte de los taxis es la fijación de precio. Los taxistas cobran después del trayecto mientras el precio del viaje en un vehículo de turismo con conductor se fija antes de subir al coche en función de la oferta y la demanda.