01 Sep Curiosidades de taxis en Europa
Si eres viajero habitual sabes perfectamente que no hay dos países iguales. Hablando de los taxis podemos decir lo mismo, no encontrarás el mismo tipo de servicio en todo el país. En el artículo anterior te informamos sobre las curiosidades el servicio de taxistas en América y Asia. Esta vez vamos viajar un poco más cerca y te contamos las diferencias interesantes entre los países en el continente europeo.
Desplazarse por Roma en el taxi nos asegura vistas espectaculares. Aunque pensemos que es muy fácil entendernos con los italianos, no es como parece. Recuerda que los taxis que van por las calles de la Ciudad Eterna difícilmente se detienen en medio de la calle ante la llamada del cliente, además no llevan una luz verde encendida ni ninguna señal que indique que están libres.
Desde año 1962 por las calles de Londres pasan los Hackney Carriage también llamados black cab. Son coches con mucha historia y apariencia bastante diferente así que es muy difícil no fijarse en cuando pasan por la capital inglesa. Además, es bastante complicado superar un examen para convertirse en taxista londinense porque es imprescindible memorizar las 3000 rutas de toda la ciudad.
Moscú es una de las ciudades más grandes del mundo pero eso no la convierte en el líder de la red de servicio taxista. En esta ciudad solo hay un taxi por cada 2500 habitantes. ¿Cómo solucionan este problema en la capital rusa? En Rusia se puede utilizar cualquier vehículo como taxi, pero es mejor negociar el precio antes de comenzar un viaje. Además, a los conductores no les gusta utilizar los contadores ni taxímetros.
Seguramente el mejor medio de transporte para desplazarse por Ámsterdam es una bicicleta, pero tienes que saber que en esta ciudad existe un certificado de buena conducta para los taxistas. No dudes confiar en el servicio de taxi en la capital holandesa.
El servicio de taxi más extraordinario en Europa se encuentra en Venecia. En esta ciudad italiana hay muy pocas calles por eso el transporte se centra en los canales de la ciudad. En vez de viajar en coche, viajarás en góndola.
En París, si el cliente da muestras de embriaguez, o si lleva equipaje demasiado voluminoso, o bien puede ensuciar o deteriorar el vehículo, o si lleva animales (salvo el caso de invidentes) el conductor puede rechazar al cliente pero no puede hacerlo por ser un trayecto corto.